Texas presenta campaña para disuadir la migración
El gobernador de Texas detalló que unas 40 vallas publicitarias han sido ubicadas “estratégicamente” en El Salvador, Guatemala, Honduras y México y a lo largo de la frontera sur de EE.UU.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, presentó este jueves una campaña para disuadir la migración ilegal a este estado y que consiste en la colocación de decenas de vallas publicitarias en México y países de Centroamérica.
Durante una rueda de prensa en la ciudad de Eagle Pass, cerca de la frontera con México, el gobernador señaló que la intención de los carteles publicitarios es ofrecer a los potenciales migrantes y a quienes ya están en camino rumbo al norte “una imagen realista de lo que les sucederá en su viaje o si cruzan ilegalmente a Texas“.
“Estos cárteles cuentan las historias de terror de la trata de personas. Imploran a esas personas en Centroamérica que consideren las realidades violentas y horribles de lo que les sucederá a las mujeres y los niños que traen consigo”, aseveró Abbott.
Los cárteles resaltan las peligrosas consecuencias que enfrentan los migrantes, en especial cuando innumerables mujeres y niños son agredidos sexualmente por coyotes y contrabandistas.
El gobernador detalló que unas 40 vallas publicitarias han sido ubicadas “estratégicamente” en El Salvador, Guatemala, Honduras y México y a lo largo de la frontera entre Texas y México.
Todas las vallas están en español, mientras que en el norte de México y en la frontera con Texas se han dispuesto los carteles también en árabe, mandarín y ruso.
Abbott puso de relieve los buenos resultados de la estatal Operación Lone Star, ideada para detener a quienes cruzan ilegalmente la frontera, y agregó que la iniciativa dada a conocer hoy busca impedir el viaje de los migrantes incluso “antes de comenzar”.
Este mismo jueves, un informe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), citado por el Washington Post, revela que fueron deportadas durante el año fiscal 2024, que concluyó en septiembre pasado, un total de 271.484 inmigrantes, el mayor número en una década.
La cifra supone el doble de las deportaciones del periodo anterior, cuando ICE envió de regreso a sus países de origen a 142.580 personas, y también supera el número de deportaciones anuales realizadas por Trump, que registró su máximo en 2019 cuando deportó 267.258 inmigrantes.